En ocasiones, puede resultar desconcertante escuchar a alguien decir que no quiere sanar, que prefiere seguir enfermo/a y depender de los demás para poder sobrevivir.

Sin embargo, aunque pueda parecer extraño, este comportamiento no es del todo infrecuente.

¿Por qué algunas personas prefieren permanecer enfermas?

En este artículo exploraremos algunas posibles explicaciones.

Un caso particularmente ilustrativo de esta situación fue el de una mujer que acudió a consulta con un dolor incapacitante en ambas piernas.

La señora, de aproximadamente 60 años, requería del apoyo de un bastón y de sus hijas para caminar, levantarse, sentarse, etc.

Durante la consulta, sus hijas se mostraban muy preocupadas por su bienestar, preguntándole constantemente si se encontraba bien.

No obstante, en un momento de la consulta, la señora confesó que en realidad no quería sanar, ya que si lo hacía, sus hijas se marcharían y ella se quedaría sola.

Según explicó, el dolor de sus piernas era lo que le permitía mantener a sus hijas a su lado, y prefería seguir dependiendo de ellas antes que arriesgarse a perderlas.

Entonces, ¿Vale la pena sanar?

Este caso puede resultar extremo, pero ilustra bien la idea de que para algunas personas, la enfermedad puede ser una forma de obtener atención y cuidados.

Al estar enfermo/a, estas personas pueden sentir que tienen un papel importante en la vida de los demás, y que sin su enfermedad no tendrían esa relevancia. Además, en algunos casos, la enfermedad puede ser una forma de controlar a los demás, ya que al necesitar ayuda, pueden exigir que los demás se comporten de determinada manera para poder ayudarles.

Evitar responsabilidades

Otra posible razón por la que algunas personas prefieren permanecer enfermas es porque la enfermedad les permite evitar ciertas responsabilidades o tareas que no desean hacer.

Por ejemplo, una persona que sufre de ansiedad puede evitar tener que asistir a determinados eventos sociales o presentarse a una entrevista de trabajo si puede justificar que su ansiedad se lo impide.

De esta manera, la enfermedad se convierte en una excusa para no enfrentar situaciones que pueden resultar incómodas o difíciles.

Por último, es posible que algunas personas prefieran permanecer enfermas porque temen a lo desconocido.

La idea de tener que enfrentar una vida diferente, sin la enfermedad que les ha acompañado durante tanto tiempo, puede resultar aterradora.

Al estar enfermo/a, estas personas saben lo que pueden esperar de la vida y de los demás, y quizás temen que si se recuperan, todo eso cambie.

Además, la recuperación puede requerir un esfuerzo importante, tanto físico como psicológico, y algunas personas pueden no sentirse capaces de enfrentar ese reto.

Aunque puede resultar difícil entender por qué alguien preferiría seguir enfermo/a en lugar de recuperarse, es importante recordar que cada persona es única y que hay muchas razones por las que alguien podría tomar esa decisión.

Es por esto que en mis procesos de consulta, ofrezco la mejor atención posible, pero también debo respetar las decisiones y la autonomía de cada una de las personas que acuden a estos espacios.

¡Gracias por leer este artículo!

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Oscar “Si Voy a Sanar” Valbuena – Osabuena

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