La crianza es un viaje en el que la comunicación juega un papel fundamental. A menudo, nos encontramos diciendo: “¡Eso no fue lo que quise decir!” 

¿Alguna vez te has preguntado cómo el cerebro de tu hijo percibe lo que ve, escucha y siente? 

En esta nota, exploraremos las complejidades de la percepción cerebral y cómo podemos utilizar este conocimiento para mejorar nuestra comunicación y fortalecer nuestros lazos familiares.

La Magia de la Percepción

El cerebro humano es una máquina asombrosa que procesa una cantidad abrumadora de información a cada momento. Aquí hay algunas claves sobre cómo percibe el cerebro:

1. Selecciona y Filtra

El cerebro selecciona y filtra la información entrante para enfocarse en lo que considera relevante. Esto significa que a menudo percibimos y recordamos solo una parte de lo que vemos, escuchamos o sentimos.

2. Interpretación Subjetiva

La percepción es subjetiva. Cada persona interpreta la información de manera única basada en sus experiencias previas y emociones.

3. Comunicación No Verbal

Gran parte de nuestra comunicación es no verbal: gestos, tono de voz y expresiones faciales. Estos elementos pueden ser más poderosos que las palabras mismas.

Consejos para una Comunicación Efectiva

Escucha Activa: Presta atención no solo a las palabras, sino también a la expresión y el lenguaje corporal de tu hijo. Esto te ayudará a comprender mejor sus sentimientos y necesidades.

Claro y Sencillo: Utiliza un lenguaje claro y sencillo, especialmente cuando hables con niños pequeños. Evita el lenguaje ambiguo o confuso.

Empatía: Intenta entender las emociones de tu hijo desde su perspectiva. La empatía crea un puente poderoso en la comunicación.

Preguntas Abiertas: Realiza preguntas abiertas que fomenten la conversación en lugar de respuestas simples de “sí” o “no”.

Fomentar la Comunicación en la Familia

Tiempo de Calidad: Dedica tiempo de calidad en familia, sin distracciones. Esto fortalecerá los lazos y fomentará la comunicación abierta.

Rutinas de Conversación: Establece rutinas de conversación, como compartir las experiencias del día durante la cena. Esto promueve un espacio para hablar y escuchar.

La comunicación efectiva es esencial en la crianza y en las relaciones familiares en general. 

Comprender cómo percibe el cerebro lo que ve, escucha y siente nos brinda herramientas poderosas para mejorar nuestra comunicación y fortalecer los lazos con nuestros hijos. 

Al practicar la escucha activa, utilizar un lenguaje claro y fomentar la empatía, podemos crear un ambiente en el que cada miembro de la familia se sienta valorado y comprendido. 

Juntos, podemos construir relaciones familiares más sólidas y enriquecedoras.

Oscar “Sé lo que digo” Valbuena – Osabuena

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